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lunes, 26 de diciembre de 2022

Egipto (Infierno en El Cairo)

    Caballos muertos en las cunetas. ¡Alá los proteja! Perros sin amo tumbados a la sombra para soportar el calor inmisericorde: septiembre en el Nilo egipcio.

    Estrépito de calesas, que compiten por llegar primeras, no para pisar un pódium , sino para poder coger otro servicio de vuelta. Broncas monumentales entre los caleseros que fustigan las patas traseras de los escuálidos caballos. Tienen heridas en las ancas producidas por las retrancas: unas encallecidas, otras en carne viva.
Les hacen correr hasta reventar.

    Casas sin terminar, ladrillos sin enfoscar, con aire acondicionado y parabólicas. Están habitadas pero no las concluyen para no pagar impuestos. Ellos no ven que se inviertan en el bien común de la gente. Callejones terrizos en El Cairo, orillados de basura: el alimento de los perros.

    Niñas y niños, de apenas 6 ó 7 años, trabajan como expertos grumetes en las falucas, o venden abalorios (“no agobio, no estrés, solo mirar…”); te piden bolígrafos y caramelos; reparten entre los miembros de la familia las manzanas del hotel salvadas de la basura. 

    Mujeres con la cabeza y cara tapadas, relegadas a hacer de asistentas del marido en la casa. 

    Y sí, también es verdad: Guiza, Karnak , Luxor, Abu Simbel…

Cádiz, 26 de diciembre de 2022


jueves, 18 de agosto de 2022

Club de Letras de la UCA 2021-22

    ¡Qué pena! No pude asistir a ninguna de las últimas reuniones presenciales: ni al “Día de las letras”, por el covid, ni al acto de “Fin de curso”, por encontrarme de viaje familiar por Noruega. Me ha faltado la despedida, la celebración final.

    El Club de Letras ha sido para mí este año, igual que el pasado, un estímulo brutal para leer y para escribir. Ha sido una grata fuente de aprendizaje. Más que el temario en sí, “El Barroco”, que no me ha acabado de llegar, las lecturas y escrituras que se han ido compartiendo por los compañeros, y las sabias intervenciones y textos aportados por nuestro profesor, han sido modelos que han inspirado mi creatividad.

    También tengo que señalar, cómo no, el dulce alimento para mi vanidad de escritor que suponían los aplausos recibidos tras la lectura de algún texto.

    La ilusión durante una impaciente espera de la llegada del siguiente viernes con su nuevo encuentro telemático.

    Me parece ideal el formato de reuniones virtuales una vez en semana, dónde puedes encontrar amigos que están en distintas localizaciones, con la comodidad y economía de no tener que desplazarte, con el complemento de varios encuentros presenciales a lo largo del curso, donde podemos de verdad abrazarnos.

    Con cada intercambio amo más la lectura y la escritura; gozo más de ellas. Cada viernes mejora mi vida, me hace más sensible, más profundo, más alegre. No sé si mejor escritor, pero sí mejor persona.

Cádiz, 17 de junio de 2022

sábado, 16 de julio de 2022

Bucéfalo

     Has peleado en cien batallas. Llevas ocho años galopando a través de estos áridos territorios montado por un hombre repleto de armas. Estás exhausto. Ahora te ha llevado cerca de la India,  a la orilla oriental del río Hydaspes, junto a siete mil de tus hermanos. Se os viene encima una cruenta batalla campal, no solo la infantería y la caballería, sino también doscientos elefantes de guerra que, espoleados por el enemigo, arrasarán todo lo que encuentren a su paso. ¡Tira hoy a tu jinete y sálvate! ¡Escapa de ese campo de muerte! ¡Corre libre por estepas, montes y playas, tus crines al viento! 

     Los partes de guerra nunca recogen los caballos fallecidos. Ocho millones murieron en la Primera Guerra Mundial: gas venenoso, fuego de artillería, ametralladoras. Necesitamos ocho millones de Ángeles que se ocupen de sus almas. 

       Te obligan a ir a la guerra y a la feria. A luchar contra tu hermano toro en el coso maestrante. A un galope de alta velocidad, sin sentido ni orientación, por las pistas de un absurdo hipódromo, flagelado por la fusta de tu amadísimo jinete. Te llevan a morir, al real de la feria, de un golpe de calor.

       Ahora te hablo a ti, Alejandro: antes de montar a tu corcel, mírale a los ojos, y podrás percibir su tristeza. Desnudos él y tú: ni bridas, ni bocado, ni espuelas, ni estribos, ni fusta.  

    Hoy aquí, en este castillo de Edimburgo, junto al cementerio de perros, ante esta colosal estatua ecuestre de bronce en la que el artista ha captado la tristeza de sus ojos, tú no vas a salir en la foto. El primer plano es para él.

    Dios: si eres también dios de los caballos, líbralos de todo mal. 

Amén.


Cádiz, 16 de julio de 2022

© José Manuel Cumplido Galván

miércoles, 8 de junio de 2022

Hermanas de sangre

 

Yo no necesito tiempo

para saber cómo eres:

 conocerse es el relámpago. (1)

Tus hermanos se distanciaron de ti; ya casi no existen; casi desaparecieron. Aquella herencia de la discordia asestó el primer hachazo. Después fue alzándose entre vosotros un muro impenetrable de hielo y olvido. El dolor cristalizó en rencor.

A tu mujer también le ocurrió. Sus hermanas fueron desvaneciéndose en la distancia, como banco de niebla que, en el mar,  se rinde al poder del sol. El cuidado de su madre dependiente creó discrepancias que se hicieron insalvables. Después fue alzándose entre ellas un muro impenetrable de acero e indiferencia. Y el rencor cristalizó en dolor.

¡Ha pasado tanto tiempo! Pero la conoces como el primer día, y la amas como la primera hora. Aunque ya no os inflama el deseo como cuando erais jóvenes. Ahora todo es más sereno, más hondo, más rico. Gozáis de otro modo. No os poseéis: vais de la mano, hacia el lugar que ya ocupáis.

Discutís a menudo como cualquier matrimonio en el que se ha jubilado el miembro que trabajaba fuera de casa y pasan, desde entonces, todo el día y toda la noche juntos. Os queréis separar algún tiempo, aunque duelan las carnes como un aullido inesperado en la madrugada. Alejarse para volver a unirse: la ley suprema de la naturaleza.

Creasteis una mujer y un hombre y los pusisteis sobre la Tierra. Mientras tú permanecías en la oficina, ella se ocupaba de todos.  Ayudabas como podías, pero sin su intensa entrega no hubiera sido posible el milagro. Quieres vivir para velar por su bienestar: eso da sentido a tu vida. Tu esposa, cuidadora tuya y de vuestros hijos, merece que la atiendas, que la asistas eternamente. 

¿Recuerdas cuando fuisteis un matrimonio?. Hoy, felicísimas, contempláis vuestra bella desnudez, vuestra desnuda bondad. Vuestra intimidad es, cada vez, más tierna, sensible, igualitaria y fraternal: sois dos hermanas.

(1) Pedro Salinas. "La voz a ti debida".

© José Manuel Cumplido Galván

Lorca

 "... no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso;..." (1)

Lorca era una niña preciosa; su cara te tenía enamorado. No sabrías decir si eran sus ojos, sus labios, su nariz o sus mejillas. No pensabas en sus senos incipientes ni en su pubis lampiño. Seguramente te fascinaban su voz, su sonrisa o la translúcida delgadez de sus brazos.

Fue tu primer amor. Ibas a misa los domingos a la capilla del colegio religioso sólo para verla. Tu timidez te impedía hablarle. Ella acudía con la madre de Yódog, un compañero de clase del que era vecina.

No te atreviste a quedar con ella a solas. Salías solo a pasear y la llamabas "telepáticamente" con la esperanza de encontrártela pero, ¡claro!, nunca aparecía; ¡era absurdo!.  Preguntaste por su domicilio a Yódog; te ibas a andar por su barrio una y otra vez, pero nada, no la veías. Después supiste que sus padres tenían una churrería junto al mercado. Pasabas por allí de vez en cuando sin suerte; ella nunca estaba.

Así que una semana más había que esperar el domingo e ir a misa a la capilla del colegio "de curas". No le ibas a hablar; no la ibas a citar pero, al menos, contemplarías, gozoso y excitado, su pequeña belleza.

¡Lorca! ¿Dónde te encuentras ahora?. ¡Quiero verte!. Ven a la Basílica de la Macarena; estaré esperándote junto al arco y la muralla.

(1) Lope de Vega (1562-1635). Soneto "Desmayarse, atreverse, estar furioso".

© José Manuel Cumplido Galván

Paseo contigo

Como cada mañana, te has levantado a las ocho y, tras desayunar, has salido de paseo. Hoy vas acompañado.

Durante vuestro recorrido por las calles y plazas próximas, incluso por el paseo marítimo, donde la fresca y perfumada brisa que sopla del mar y del azul celeste te reconforta y te calma, vas escuchando retazos de conversaciones entre desconocidos; según tu estado de ánimo, te afectan profundamente o, sencillamente, te resbalan. Si estás un poco depresivo y oyes, por ejemplo, que alguien ha ido al médico, piensas que tú deberías haber ido hace tiempo; si escuchas que han puesto una demanda, te desazonas porque crees que tienes asuntos pendientes que sólo tu desidia te ha impedido demandar. Si han quedado con su madre o con su hermana, piensas que tú ya no tienes ni una ni otra.

- "¿Que ha ido a enterarse?. !Tu madre lo que ha hecho es coger cita¡ ¿Con quién la ha cogido, con el médico de cabecera?...¡Eso es mentira! ..." Llevan casados tres años y han tenido ya dos hijos. El desbordante trabajo y la precaria economía doméstica han hecho que ya no se soporten.Jornadas interminables en la empresa y sin final en la casa. 
Ella lleva muy mal las intromisiones de sus suegros en su vida. Quería que fuesen independientes, y cada vez lo son menos. ¡Hasta el nombre de los niños le impusieron! ¿Por qué no una relación pactada, una convivencia igualitaria?; ¿por qué el dominio de uno sobre el otro o la ruptura?... Dominar. Racionar el sexo. Enojar al otro. “Quien te enfada te domina” (1)

El trabajo os embrutece . ¡De qué forma esta idealizado en vuestra sociedad!. Una minoría privilegiada disfruta ejerciendo su actividad. Para ellos es su vocación, les entusiasma lo que hacen. Pero la mayoría vivís vuestro empleo como una condena a galeras, con cadenas y grilletes: trabajos forzados. Sois víctimas de una estafa monumental: mano de obra para que los propietarios de los grandes negocios atesoren beneficios; os roban vuestra vida para ponerla al servicio de intereses ajenos. No podéis escapar porque necesitáis el salario para sobrevivir: es la única motivación. !Qué significado alcanzan las vacaciones! ¡Qué importancia adquieren los fines de semana! No vivir un año entero para poder hacerlo un mes. Renunciar a una semana para poder vivir dos días (en el mejor de los casos). No. La labor no os hace libres, sino esclavos; No moverte por dinero, sino por placer, por satisfacción y enriquecimiento personal. Desvincular el esfuerzo diario de los ingresos económicos. Todas y todos con sus necesidades cubiertas, gozando la vida. No. no estáis ahí para trabajar. Llamadme utópico, pero yo os digo que vuestra sociedad del ocio y de la tecnología, tendría que estar organizada de manera contraria a como lo está: semanas de dos días laborables y cinco libres; jornadas de 5 horas (levantarse a las seis de la madrugada es un crimen contra tu cuerpo y contra tu "alma" años con un mes de ocupación y once de vacaciones; jubilación voluntaria a la edad que libremente elija cada persona. Después, cada uno puede dedicarse a las actividades que le gusten, por las que siente vocación y para las que está formado, las que le apasionan, todo el tiempo que voluntariamente quieran. (Alguno pensará que estoy loco)

- ¡Ven, Ven! ... 

-"...recibí un mensaje diciendo que la baja... No puede una ni ponerse mala" La jefa está ya presionándola para que se reincorpore. Parecería que su incapacidad laboral es decisión suya, y no de un facultativo que estima, basado en sus conocimientos científicos, que necesita reposo y tiene que permanecer en casa hasta que se restablezca. Hay directivos para los que el trabajador es una mera herramienta, para ser usada en beneficio de la empresa y cuando se desgasta, se tira. Y no sólo son los directivos; los propios compañeros la critican, porque piensan que ellos tienen que trabajar más, hacer el trabajo de la empleada enferma.

-¡Por aquí, por aquí ... vamos!

-"...tengo a mi madre en el hospital, pero cuando salga... -... la gente está dispuesta a hacerlo; van dos padres con sus coches, para 8 niños... - ... cuando salga mi madre, ya ..." Su madre estaba vacunada con la pauta completa y, sin embargo, el covid la ha mandado al hospital. El ingreso de una madre en el hospital siempre es doloroso. Te invade el desasosiego de no saber si será su último ingreso. Estás asomado a la ventana de una habitación de un hospital concertado de Sevilla. desde allí ves el colosal retrato del malogrado Pedro Berruezo en la puerta que lleva su nombre en el Sánchez Pizjuán . Allí derivan a las personas muy mayores, en lugar de atenderlos en el "Virgen del Rocío". Tu madre te da la mano y no te la suelta ; disfruta de ese contacto y de ese calor del cuerpo de su hijo. Parece que estuviera esperando a que llegaras... para marcharse.

-¡No chupes, vamos! 

“La madre tiene una orden de alejamiento…” Le pega a su madre. Va por la calle gritando; parece loco o ebrio o las dos cosas. -“Hija de puta… cabrón… me cagó en tu puta madre, “… està sucio desaliñado , y solo. Te alejas de él a toda prisa ; todo el mundo lo hace… ! -Te voy a matar!!! . Cuando era un niño era muy bueno y encantador.

-Vamos Pipo!

Ya es la hora. Tienes que volver al centro; no te puedes retrasar; te espera la ducha fría y el almuerzo. Antes tienes que devolver a Pipo; siempre lo eliges a él para tu paseo terapéutico semanal. Son tus dos horas de felicidad.

(1) Atribuida a Siddhārtha Gautama ss. VI-V a. C.

© José Manuel Cumplido Galván

sábado, 9 de abril de 2022

La Cultura

     A veces pensamos en el término "cultura" de una forma un tanto restrictiva. Nos referimos entonces al arte, a la literatura, al teatro, al cine.

    Si queremos comprender lo que significa en realidad, tenemos que tener una visión mucho más amplia.  Hay un modo muy práctico de entender el significado de algunas palabras: relacionándolas con sus contrarias, con sus opuestas. 

    En este caso podemos empezar con "Natura-Cultura". Es decir, la cultura como oposición a la naturaleza. Desde este punto de vista, la cultura sería toda creación de la sociedad humana, todo lo que no está en la naturaleza, independiente de la existencia del ser humano. Sería cultura un pantalón, un puente, un surco, un arado, la teoría de la relatividad de Einstein, un maquillaje, una ecuación bicuadrada, la novena sinfonía de Beethoven, un tenedor, una ciudad, "Fortunata y Jacinta", el boxeo, la tauromaquia, la "Ética a Nicómaco", una resonancia magnética, las croquetas, la rueda, la cerveza, el idioma castellano, el catalán, el juego de las canicas. Ahora no vemos como necesario atraer a nadie a la cultura, extender la cultura a los estratos menos favorecidos, por la sencilla razón de que todos estamos dentro de la cultura, y ninguno la poseemos completamente.

     Así se entiende un término como "culturismo" que es cultura aunque se trate del cuerpo. (¡Qué daño ha hecho al intelecto el binomio cuerpo-alma!) No se trata del cuerpo que nos ha dado la naturaleza. Utilizamos unas técnicas para esculpirlo, para moldearlo. Escultura, no en mármol, o en madera, sino en carne.

    La literatura, el arte, las matemáticas, la física cuántica, la filosofía son manifestaciones culturales más sofisticadas que deberían estar repartidas entre todos los seres humanos. Desde ese punto de vista, todos necesitamos ser partícipes de la cultura. Nadie es poseedor de la misma. 

    Ahí juega el papel principal la educación. Por desgracia, la educación perpetúa las diferencias entre clases sociales, cuando debería igualarlas. La super especialización educativa con vistas a un ejercicio profesional. Pero no la educación integral, independiente del trabajo. Sólo para satisfacer el derecho a disfrutar de toda la cultura que ha creado el ser humano.

    Por otro lado encontramos la oposición cultura-barbarie. Aquí cultura es sinónimo de civilización. Barbarie es salvajismo, violencia, caos, desorden, destrucción. Cultura es orden, diálogo, negociación, construcción. Y hablamos de Culturas, de Civilizaciones, en plural, ya que no hay una sola, sino muchas y variadas a lo largo de la geografía y de la historia.

    Quiero dejar para el final una pregunta: las tácticas y estrategias de combate, los misiles hipersónicos, el armamento nuclear,   las disciplinas militares de ataque, de defensa,  ¿son cultura?

9 de abril de 2022

© José Manuel Cumplido Galván

jueves, 31 de marzo de 2022

Pecado mortal

 Acabo de llegar a casa y me he sentado a escribir. Vuelvo de celebrar mi Santo en un restaurante próximo al cabo de Roche, con mi esposa y mi hijo menor.

Ahora no está de moda. Se prefiere el cumpleaños.  No soy creyente pero me gusta festejar el día del año asignado a mi nombre. Es un nombre propio, mío. No es un nombre común como "hombre", "mujer" o "gente". Se refiere a mí solo, me distingue de los demás. Se ha hecho carne en mi. Por otro lado, los Santos existen. Van por la calle como los demás. Te los cruzas a cada paso. Son personas inmensamente inteligentes y por tanto, inmensamente buenos. No es necesario que ninguna iglesia los canonice.

En el restaurante, pedí cerveza, rioja y un completo: chorizos, filetes, huevos y un montón de patatas fritas. Me hizo recordar mis tardes de paseo durante el servicio militar en el Centro de Instrucción de Marinería de San Fernando, donde ese milagro gastronómico nos rescataba de los sabores y los olores del comedor del cuartel. Estuve viendo todo el tiempo, con suma tristeza, cómo los camareros retiraban platos y más platos de patatas fritas de las guarniciones, que la gente había dejado, para tirar a la basura.

Mientras escribo, en la tele están poniendo una noticia en la que se ve una cola interminable de ucranianos que huyen de la guerra y pasan la frontera de Polonia. Vienen hambrientos y sedientos. No tienen qué llevarse a la boca. La mayoría son mujeres y niños, vienen bien vestidos, bien abrigados, cargados de sus bolsas y maletas.  Han organizado unas zonas donde están repartiendo comida y agua, que han llegado gracias a la solidaridad humana. Buscan entre las bolsas y cajas lo que necesitan, y sonríen a la cámara mientras se encaminan a tomar un autobús que han fletado algunos santos voluntarios para llevarlos a Cracovia.

Ahora ponen otra noticia. Ganaderos que no pueden producir debido a la subida del precio de los piensos, de los combustibles, de los transportes. Están tirando la leche de los enormes bidones de acero inoxidable al suelo; no les interesa comercializarla.

Voy a dejar de escribir, a levantarme y a apagar el televisor. Ya está bien por hoy. Mañana será otra vida.

29 de marzo del 2022

© José Manuel Cumplido Galván

viernes, 18 de marzo de 2022

Poemas contra misiles

     Me gustaría  pensar que lo que escribo sirve para algo. Que es un arma útil contra la guerra.

    Pero enfrente tenemos los bombardeos, los tanques, la violencia, la destrucción. La oligarquía económica con su corte de técnicos a su servicio. La obediencia ciega dentro de las jerarquías políticas, donde no existe el diálogo ni la razón. Los medios de comunicación, que manipulan los cerebros e introducen en ellos el pensamiento que conviene al poder. Sofisticados y eficientes aparatos de propaganda diseñados para ejercer el control de masas, imprescindible para mantener un mundo donde una minoría privilegiada vive en el lujo, a costa del trabajo de una mayoría empobrecida. Me gustaría pensar que tenemos opciones de vencer, pero la batalla es desigual: misiles contra poemas.

    Hablamos con palabras de otros. Pensamos con ideas de otros. Decimos lo que ya está dicho: tenemos que inventar palabras nuevas, pero el verbo tarda siglos en hacerse carne.

    Mientras, solo escribo para expresar mi dolor y mi impotencia: escribir en nuestro mundo es llorar.

16 de marzo de 2022

©José Manuel Cumplido Galván

lunes, 7 de marzo de 2022

Otra vez la guerra

     Otra vez la barbarie.

    Niñas y niños que lloran y corren sin rumbo ni consuelo.

    Mujeres violadas por machos que invaden su tierra y su cuerpo: invasores que las odian.

    Estruendo de bombas que explotan próximas. Silbido de misiles que nos sobrevuelan, ejecutando una sinfonía de muerte.

    Cascotes que caen del techo y las paredes y me asfixian con polvo de cemento. Sonido de sirenas que urgen a ganar el refugio antiaéreo.

    No sale agua de los grifos y tengo hambre y frío. Intemperies en las madrugadas del febrero ucraniano.

    Huir de nuestra tierra junto a millones de compatriotas, sin saber dónde voy a acabar ni qué será de mi familia; dejando mi corazón atrás. 

    Mi hermano, mi amiga, mi hijo; mi vecina, mi compañero, mi perro:

¿por qué están muertos, heridos, mutilados?

    Otra vez el terror que me roba la vida. Asesinos parapetados en la impunidad que les proporciona el poder. Otra vez la guerra.


7 de marzo de 2022

domingo, 20 de febrero de 2022

La Verdad

"Estar loco se dice que es haber perdido la razón. La razón, pero no la verdad, porque hay locos que dicen las verdades que los demás callan por no ser racional ni razonable decirlas, y por eso se dice que están locos. ¿Y qué es la razón? La razón es aquello en que estamos todos de acuerdo. La verdad es otra cosa. La razón es social; la verdad es individual, personal e incomunicable. La razón nos une y las verdades nos separan".(1)


    Hoy te has sentado a escribir. Has buscado en silencio y con calma tu verdad, has mirado dentro de ti, escudriñado tu niñez, tu adolescencia, tu juventud.

    Cuando la encuentres, compártela solo con quien lo merezca: comunicarla es un acto de amor.

    Policías, sacerdotes, jefes, exigen tu sinceridad para detenerte, hacerte sentir culpable o manipularte. El poder necesita tu transparencia para controlarte. Tú tienes derecho a mentir, lo haces en defensa propia.

    El destinatario de tu verdad ha de ser digno de recibirla; no es publicable, es privada, íntima. Solo accesible a muy pocos.

    Lo único que importa es que tú, en el transcurso de tu vida, llegues a descubrirla... y a aceptarla.

    Sabes que la Verdad no existe. En la enigmática ecuación de tu existencia, las verdades son solo incógnitas.

    
(1) Miguel de Unamuno. "Cómo se hace una novela"

20 de febrero de 2022

jueves, 3 de febrero de 2022

La belleza

     ¿Qué es la belleza?

    Una mujer guapa, de ojos grandes, transparentes y limpios, cuya  franca mirada te arranca un suspiro. Un cuerpo de formas exuberantes y un cutis terso, joven y sonrosado.  La saludas con un beso, y sientes el suave roce de su mejilla, puedes oler las flores de su perfume, su piel limpia y su sudor nuevo.   Su vestido escotado de seda rosa realza su pecho y ciñe sus caderas. Su sonrisa contagiosa te inocula la alegría directamente en vena.

    La abuela avellanadita, de corto  pelo blanco azulado, sentada en su mecedora, acurrucada en su toquilla de un beis cálido que ella misma tejió cuando su vista se lo permitía. Contempla el paso del tiempo  tranquila, sosegada, inocente.

    El paisaje de suaves lomas de un verdor iluminado por el sol de la mañana, que saca los colores a la tierra y brillos tornasolados a las hojas de las encinas. La inmensidad de montañas verdes de bosques, y blancas y grisáceas de roca caliza cuarteada. Ese tierno corderillo que   mama de las ubres de su madre. Los racimos de casas blancas agrupadas en la ladera del monte.

    El comienzo de junio, que te promete los días más largos y la calidez del inminente  verano, cuyas noches te regalarán el dulce aroma de jazmines y damas de noche.

    El olor que desprende tu cocina cuando preparas al mismo tiempo el café y el pan tostado para los desayunos. El sabor de esa mandarina, dulce, olorosa y algo ácida. Un vino blanco y seco de Sanlúcar cuyo maridaje con los langostinos tigre, te parece insuperable.

    Ese anuncio de televisión que sitúa en un quieto mar verdeazul a un hombre y una mujer desnudos que unen sus cuerpos y te hacen amar la colonia que promocionan.

El cuadro al óleo que te habla y cuya contemplación te place. Esa escultura que ha convertido el blanco mármol en carne viva. La novena sinfonía de Beethoven, cuyas melodías, ritmos y armonías, hacen brotar de tus entrañas, cascadas de endorfinas que inundan todo tu cuerpo. La catedral gótica cuya altura te sobrecoge, que te da frescor, penumbras y rayos coloridos provenientes de las vidrieras medievales. Te sientas en un banco y respiras, y la calma llega a ti para abrir tu pecho y hacerte soltar alguna lágrima. 

    Y, por fin, el poema cuya lectura desencadena un escalofrío que te recorre la espalda.

   

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    ¿Qué es la belleza? La belleza es un concepto acuñado por la Humanidad para designar todo aquello cuya subjetiva percepción nos proporciona placer, agrado, calma, buen humor, alegría y, en general, toda clase de sensaciones positivas. Está tanto en la naturaleza como en las creaciones humanas, como por ejemplo el arte.

3 de febrero de 2022


jueves, 13 de enero de 2022

Poesía

       ¿Qué es poesía? Tú me lo preguntas.
    Poesía es contar, con palabras sencillas, lo que tus entrañas dictan.
    Todas tus emociones provienen del hambre, del sexo o del parto. Tú las expresas, amas y sientes con el corazón. Su latido, independiente de tu voluntad, te mantiene vivo. El cerebro es meramente el piloto que gobierna la nave de tu cuerpo.
    Pero a veces perdéis de vista la realidad, dejáis de mirar adentro. Creéis que sois muñecos animados y vacíos, que habitan en un escenario llamado ciudad (hábitat artificial creado para vuestra autoprotección), que ni crecen ni envejecen y que permanecerán siempre igual. Se os olvida lo que lleváis en vuestro interior.
    Vagas por el parque de María Luisa en una fresca, saltarina y suspirada mañana de primavera. Te pierdes en él, paladeando su umbría y perfumada humedad, hasta que apareces en tu glorieta favorita donde aquel frágil monumento te susurra al oído una blanca exaltación del Romanticismo. 
    Rememoras los paseos con tu padre. Muchos domingos pasabais por allí camino de otro lugar dentro del mismo vergel para escuchar las interpretaciones de la Banda Municipal, dichoso precedente de los excitantes conciertos en el Lope de Vega, en el ciclo gratuito sobre Beethoven que organizaba el ayuntamiento, al que acudías con tu mejor amigo de juventud (que sigue siéndolo).
    Como el olvido es la distancia, guardas tus recordados afectos en el ángulo oscuro del salón, desde donde te llaman y te confortan. Sientes como un beso en la espalda que te regala un mágico escalofrío.
    
13 de enero de 2022