El mundo, el demonio y la carne: sí, los enemigos del alma. Los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste: el norte de los ricos y el sur de los pobres. Tu este es mi oeste.
Os enseñaron que los cinco continentes son Europa, Asia, África, América y Oceanía. Pero, ¿Por qué Oceanía si es en realidad un conjunto de islas? ¿Y qué hay de la Antártida? ¿Por qué no se reconoce el continente afroeurasiático? Europa ha inventado la ficción de ser un continente por motivos políticos, no geográficos: la expresión de su supremacía.
Cuatro evangelistas, doce apóstoles, siete pecados capitales; doce signos del zodiaco, cuatro jinetes del Apocalipsis, siete plagas, dos ladrones; las doce tribus de Israel, los diez mandamientos, tres virtudes teologales; tres personas distintas y un solo Dios verdadero: os inculcaron todo ello cuantificado, enumerado, simplificado, para establecer un orden, un algoritmo, que ha sido impreso en vuestro tejido neuronal para determinar vuestro pensamiento. A diferencia del resto de animales, que nacen con un cerebro ya escrito con los instintos que le permiten sobrevivir, el vuestro es una página casi en blanco donde se podría escribir cualquier cosa, de forma que estaríais abiertos a cualquier comportamiento insospechado. Así se ha orientado vuestra conducta, se han limitado vuestras posibilidades. Es como un dispositivo de Apel, donde la placa base contiene ya casi todo el desarrollo; deja escaso margen a la variabilidad. Perversa contabilidad inventada para el control, para la norma: para condenaros a la normalidad.
¡Y los cinco sentidos!: vista y oído gozan de prestigio en vuestra sociedad; el gusto tiene un pase; el olfato es ya algo sospechoso, pero el tacto… el tacto está absolutamente desacreditado.
Para ejercer ese control sobre vuestras vidas, han secuestrado el cuerpo, os han prohibido tocarlo. Pero tu cuerpo es tuyo, te pertenece, eres tú. ¿Quién tiene potestad para dictar las normas que dirijan tu relación con él?
¡Toca tu cuerpo! ¡Desnúdate y tócalo sin miedo! ¡Míralo, huélelo! ¡No temas al pecado!: es una treta para coartar tus decisiones. Toca tu cuerpo y complácete en ello: ¡siente la belleza de estar vivo!. ¡Rompe por ahí tu configuración!¡Comienza el camino de tu libertad!
Cádiz, 20 de enero de 2023
© José Manuel Cumplido Galván
PEDAZO DE ESCRITOR
ResponderEliminarBonitas Reflexiones.
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