Acabo de leer un libro de Manuel Vicent que se titula “Retrato de una mujer moderna”
La primera escena cuenta cómo una joven española, segura, confiada, resuelta, anda por las calles de Manhattan el día de Nochebuena y se encamina a una farmacia para que le vendan, previa receta pagada a precio de oro, en plena ley seca, una botella de vino español. Ha invitado a cenar, en una noche tan familiar, tan emotiva, tan íntima, a unos cuantos compatriotas que ha conocido y que viven también en Nueva York.
La chica es Concha Piquer y la escena está contenida en la letra de una copla suya titulada “En tierra extraña “ compuesta por el Maestro Penella.
He sentido curiosidad y he querido escuchar la canción.
Me he ido a Spotify y la he seleccionado.
“El vino de nuestra tierra
Bebimos en tierra extraña
Qué bien que sabe ese vino
Cuando se bebe lejos de España"
La genialidad de Manuel Penella al incorporar en la última estrofa de la canción la gloriosa melodía de un pasodoble bastante más antiguo compuesto en 1.902 por el maestro Antonio Álvarez Alonso, “Suspiros de España”, como voz cantante y la hermosa voz de Concha Piquer haciéndole un delicado contrapunto, junto con la belleza de la letra, me ha emocionado, lo confieso. Y se me ha saltado también a mí una lágrima que ha rodado por mi mejilla derecha, a mí que nunca lloro. La nostalgia de estar lejos de tu tierra y de tu gente, de tu lengua, te llega hasta el tuétano. He pensado en mi hijo mayor, que lo tengo en el norte de Alemania y que lleva Cádiz en su corazón.
Pienso también en mi madre. Yo conozco las coplas de Concha Piquer de escuchárselas cantar a ella. Decía que era la mejor. La escuchaba en la vieja radio de casa y sabía de memoria todas las letras, y las cantaba mientras cocinaba, o lavaba la ropa o la tendía en la azotea. Afinaba mucho la melodía y yo creo que hasta imitaba su inigualable voz.
Que me perdonen mis coetáneos, pero confieso que me gusta mucho y me emociona.
En mi juventud no podía gustarte esa música anticuada . Es más, la despreciabas. Te tenía que gustar, y realmente me gustaba, la música moderna, la música en inglés que estaba de moda. No entendías la letra pero decían que ese idioma poseía mucha musicalidad: los Beatles, Pink Floyd, Dire Straits. Lo escuchabas en estéreo en un equipo de música con su plato, su pletina, su amplificador, su ecualizador y sus columnas. No como mi madre escuchaba a la Piquer, en mono y por la radio. Concha Piquer era la reina de la radio en español.
Sí, está música me ha hecho viajar en el espacio y en el tiempo, para reunirnos en un encuentro felicísimo mi hijo mi madre y yo, en un dulce lugar de belleza y ausencia.
Y la melodía me viene a la cabeza una y otra vez, y otra vez: esta melodía poderosa se ha apoderado de mí.
Cádiz, 22 de noviembre de 2024
@ José Manuel Cumplido Galván