A veces pensamos en el término "cultura" de una forma un tanto restrictiva. Nos referimos entonces al arte, a la literatura, al teatro, al cine.
Si queremos comprender lo que significa en realidad, tenemos que tener una visión mucho más amplia. Hay un modo muy práctico de entender el significado de algunas palabras: relacionándolas con sus contrarias, con sus opuestas.
En este caso podemos empezar con "Natura-Cultura". Es decir, la cultura como oposición a la naturaleza. Desde este punto de vista, la cultura sería toda creación de la sociedad humana, todo lo que no está en la naturaleza, independiente de la existencia del ser humano. Sería cultura un pantalón, un puente, un surco, un arado, la teoría de la relatividad de Einstein, un maquillaje, una ecuación bicuadrada, la novena sinfonía de Beethoven, un tenedor, una ciudad, "Fortunata y Jacinta", el boxeo, la tauromaquia, la "Ética a Nicómaco", una resonancia magnética, las croquetas, la rueda, la cerveza, el idioma castellano, el catalán, el juego de las canicas. Ahora no vemos como necesario atraer a nadie a la cultura, extender la cultura a los estratos menos favorecidos, por la sencilla razón de que todos estamos dentro de la cultura, y ninguno la poseemos completamente.
Así se entiende un término como "culturismo" que es cultura aunque se trate del cuerpo. (¡Qué daño ha hecho al intelecto el binomio cuerpo-alma!) No se trata del cuerpo que nos ha dado la naturaleza. Utilizamos unas técnicas para esculpirlo, para moldearlo. Escultura, no en mármol, o en madera, sino en carne.
La literatura, el arte, las matemáticas, la física cuántica, la filosofía son manifestaciones culturales más sofisticadas que deberían estar repartidas entre todos los seres humanos. Desde ese punto de vista, todos necesitamos ser partícipes de la cultura. Nadie es poseedor de la misma.
Ahí juega el papel principal la educación. Por desgracia, la educación perpetúa las diferencias entre clases sociales, cuando debería igualarlas. La super especialización educativa con vistas a un ejercicio profesional. Pero no la educación integral, independiente del trabajo. Sólo para satisfacer el derecho a disfrutar de toda la cultura que ha creado el ser humano.
Por otro lado encontramos la oposición cultura-barbarie. Aquí cultura es sinónimo de civilización. Barbarie es salvajismo, violencia, caos, desorden, destrucción. Cultura es orden, diálogo, negociación, construcción. Y hablamos de Culturas, de Civilizaciones, en plural, ya que no hay una sola, sino muchas y variadas a lo largo de la geografía y de la historia.
Quiero dejar para el final una pregunta: las tácticas y estrategias de combate, los misiles hipersónicos, el armamento nuclear, las disciplinas militares de ataque, de defensa, ¿son cultura?
9 de abril de 2022
© José Manuel Cumplido Galván